martes, 9 de diciembre de 2014

Publicidad: aumentando la sociedad de consumo.

Desde que surgieron los medios de comunicación de masas, muchas empresas se han interesado en estos. Como explican diversas teorías, los medios son capaces de influir en la sociedad y generar una opinión pública conjunta, de manera que aquellas multinacionales que querían darse a conocer y ganar prestigio comenzaron a colaborar con los distintos medios, desde prensa hasta Internet, pasando por la radio y la televisión con el objetivo de aumentar sus ventas.

En un principio, la publicidad era un complemento, ya que se encargaba de rellenar los espacios entre programas, pero en la actualidad esto está cambiando radicalmente la forma de actuación de los medios de comunicación. La relación simbiótica entre los canales y las empresas que se publicitan es la causa de esta transformación. Los canales dependen de las empresas y viceversa, ya que gran parte del capital de los primeros depende de los ingresos que aportan los segundos por emitir sus spots y muchos beneficios de los segundos provienen de la propaganda que se hace en los primeros. En el comienzo, los programas tenían mayor importancia que la publicidad, al inicio de siglo la balanza comenzó a equilibrarse, pero ahora tiende a dar mayor peso a las compañías de manera que estas “dirigen” de forma implícita los contenidos e informaciones. 

Tanto en medios privados como públicos participan los ingresos de los anuncios, aunque en distintos grados. Un ejemplo que rompe con esta premisa es RTVE. Este canal dejó de emitir publicidad en el año 2009 intentando regresar al concepto de servicio público de información, de manera que renunció a lo que en su momento le aportó hasta 600 millones de euros procedentes de la propaganda. Este mismo, sirve para entender hasta qué punto existe la codependencia, ya que a pesar de tener ingresos por parte del Estado que le permiten continuar con sus producciones y emisiones, no cuenta con todo el presupuesto que necesitaría para mejorar y mantenerse en un futuro no muy lejano y por ello ahora se replantea la cuestión de la vuelta a las pantallas del medio público de la publicidad.

Pasando de un canal público sin propaganda a otro privado con ella, se hace cierto aquello que los extremos no son buenos. Sin publicidad un medio no puede sostenerse, pero con un exceso de la misma un canal pasa de emitir la mayor parte del tiempo su programación habitual a emitir casi en exclusiva anuncios, de manera que se plantea el dilema de la prioridad del ingreso frente a la información o al contrario, ya que si un medio deja de emitir noticias para emitir colonias este perderá su prestigio y con él su audiencia, de modo que al final ni las empresas invertirán en él. Además, también perderá credibilidad, ya que las empresas informadoras con muchas inversiones de firmas ajenas a las mismas tienden a adaptar sus modos de informar para no perjudicar a sus benefactoras, menoscabando la imagen de medios como la televisión.


Para evitar los abusos, la ley establece que como máximo se permitirá la emisión de 12 minutos de publicidad por hora de reloj y si no se cumple se penalizará con multas cuantiosas. A pesar de ello, muchos canales como Antena 3 o Telecinco siguen rebasando los límites porque ganan más infringiendo la ley que cumpliéndola. Así solo queda preguntarse, ¿cómo volver a hacer televisión de calidad?
Fotograma del spot de AUTOCONTROL 

Webgrafía:
El Mundo. El Tribunal Supremo avala los 12 minutos de publicidad en televisión 'por hora de reloj' [Consulta 8-12-2014]. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/15/television/1373897586.html
La Guía TV. El regreso de la publicidad a TVE: una propuesta sin plazos, pero firme [Consulta 8-12-2014]. Disponible en: http://laguiatv.abc.es/noticias/20141119/abci-propuesta-vuelta-publicidad-rtve-201411191806.html


Entrada escrita por: Patricia González de la Morena

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