domingo, 7 de diciembre de 2014

Cines periféricos: el cine japonés.

El cine japonés se inició a finales del siglo XIX, concretamente en 1899 y con el documental Geisha no teodori, y desde sus principios contó con una alta producción de películas y multitud de empresas cinematográficas, llegando a superar las 700 películas por año a partir de 1920, década en la que tuvo un gran apogeo a pesar de que el terremoto de 1923 arrasó buena parte de los estudios cinematográficos.

Póster de la película Godzilla
A finales de la década de 1930 llegaron la películas sonaras, y con ellas destacaron importantes directores como Teinosuke Kinugasa, Kenji Mizoguchi, Yasujiro Ozu y Heinosuke Gosho, quienes animaron la llamada Escuela del Nuevo Realismo Japonés que tuvo una fuerte influencia y a partir de los años 40, el cine de Japón se vio marcado por una estricta vigilancia sobre sus producciones debido a la llegada de los militares al poder, y no fue hasta el final de la Segunda Guerra Mundial que el cine comienza a resurgir como medio de expresión.

En la década de 1950 se estrenaron películas de gran relevancia, como Rashōmon de Akira Kurosawa, que obtuvo el Oscar a Mejor Película en 1950 y supuso la entrada del cine japonés en el resto del mundo, o la célebre Godzilla de Ishirō Honda en 1954. Más tarde, con la llegada del color al cine, uno de los primeros japoneses en introducir dicha novedad a una de sus películas fue Kurosawa en 1970 con Dodes' Ka-Den. También el cineasta Nagisa Oshima dirigió en 1976 El imperio de los sentidos, basada en la historia real de Abe Sada y que rompía con la censura existente en la época, pues Oshima insistió en que la película debía contener material pornográfico y, por tanto, acabó prohibiéndose su difusión en Japón y tuvo que presentarse en Francia.

 
Akira Kirosawa

Durante las últimas treinta décadas siguió destacando como figura importante del cine japonés Kurosawa con películas como Kagemusha (1980), que fue galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y Ran que, con un presupuesto de 12 millones de dólares, se convirtió en la película japonesa más cara jamás producida. A partir de 1990, Takeshi Kitano comenzó su carrera como director y se consagró como uno de los más importantes con producciones como Sonatine (1993) y Flores de fuego (1997), esta última ganadora del premio León de Oro en el Festival de Cine de Venecia. Por último, ya en el siglo XXI, podemos encontrar films como Battle Royale (2000) de Kinji Fukasaku, que fue censurada en varios países por su alto nivel de violencia pero que igualmente consiguió gran éxito en Japón y otros países de Occidente.

Para terminar este pequeño análisis de la historia del cine japonés, considero importante hacer mención a uno de los géneros japoneses más importantes: el anime, que son las series de animación de origen nipón caracterizadas por su variedad de géneros y la profundidad de sus historias. Las primeras animaciones japonesas aparecieron en los años 20 del siglo XX, aunque fue tras la Segunda Guerra Mundial cuando nace el anime como lo conocemos hoy día de la mano de Ozamu Tezuka, y también en esta época surge la gran compañía de animación japonesa Toei Animation. Y fue a partir de la década de los 80 cuando el anime irrumpió en Occidente consiguiendo así una gran importancia a escala mundial con series como Dragon Ball, Oliver y Benji, Digimon y Pokemon.

Collage de personajes de animes famosos



Webgrafia
Claqueta. El cine japonés [Consulta 6-12-2014]. Disponible en: http://www.claqueta.es/articulos/el-cine-japones.html
Media Cine. El cine japonés [Consulta 6-12-2014]. Disponible en:  http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque1/pag12.html


Entrada escrita por: Andrea García Hurtado

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