martes, 9 de diciembre de 2014

Géneros cinematográficos: la animación


¿Por qué conocemos más directores que directoras? ¿Por qué en las películas Disney las princesas necesitan buscar a un príncipe para ser felices? ¿Por qué la mala siempre es la madrastra y nunca el padrastro?

En el mundo audiovisual, son numerosos los estereotipos de género. Al fin y al cabo, el cine representa en muchas ocasiones la sociedad: cuando estudiamos el género en el ámbito cinematográfico nuestra profesora nos preguntó cuáles creíamos que eran las palabras que definían “lo femenino” y “lo masculino”; abundaban delicado, fino, sensible para las mujeres y fuerte, valiente e incluso bruto para los hombres. Si seguimos teniendo esos papeles asignados en nuestra mente, cómo no van a estarlo en las películas, series o incluso anuncios de televisión.

 Además de estos estereotipos también encontramos otros relacionados con el género cinematográfico. Dado que me interesa la animación, he decidido centrarme en esta para hablar del tema.

¿Por qué las películas de animación se producen únicamente dirigidas a niños? Personalmente, he disfrutado con films como ‘Frozen’, ‘Up!’ o ‘Despicable Me’, estrenados cuando se suponía que ya no tenía edad para ellos. Lo mismo ha sucedido con películas que había visto de pequeña, como ‘Kirikú y la bruja’, ‘Pesadilla antes de Navidad’ o ‘Mulán’. Quizás sea porque era más consciente de lo que pasaba en la película o porque simplemente me gusta la animación, pero es una realidad.

Imagen del videojuego 'Beyond Teo Souls'

En mi opinión, la animación en el cine no debería ser un género como tal. Debería ser una forma de contar una historia: en vez de hacerlo con la participación de personas reales, se haría con animales, o con juguetes que cobran vida, o con personas creadas por ordenador. ¿Por qué no puede existir una película que se cree con la misma técnica que utilizan para los videojuegos? ¿Por qué no se puede producir un film con personajes dibujados? No es necesario que sean caricaturas, sino que pueden ser increíblemente realistas. En muchas ocasiones, el creador puede considerar que es mejor para su obra que sus protagonistas estén hechos por ordenador en vez de utilizar a actores, aunque estos se utilicen de base. ¿Por qué no hacerlo?
Poniéndonos en su piel quizás nos podemos imaginar la razón: si bien es cierto que uno es libre de crear el contenido que quiera, todos somos conscientes de que una película no va a conseguir distribuirse si una productora no considera que el proyecto es viable y decide hacerse con ella. Para eso, debe existir una mínima seguridad de que el público va a querer pagar por ir a verla al cine o por comprarla una vez salga al mercado. Por lo tanto, hasta que la potencial audiencia cinematográfica no quiera consumir películas que cuenten sus historias mediante la animación, no creo que este tipo de obras sean posibles.

Sunako Kirishiki, del anime de terror 'Shiki'
A lo mejor deberíamos aprender más de otros países, como de Japón. En este caso el anime, la animación japonesa, no se trata como un género, sino como un elemento más de la película. Es por eso que se pueden distinguir multitud de temáticas y géneros en los films clasificados en este categoría, desde cuentos infantiles a horror, pasando por amor, aventura, ciencia ficción o fantasía, entre muchos otros. En mi opinión, deberíamos abrirnos a las influencias de otros cines, pues hay aspectos que podrían beneficiarnos.


Entrada escrita por Paula Larrea Herrero.
 
 

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